miércoles, 3 de noviembre de 2010

Sopa de vino con crutones de canela

Por Cata
Ayer estuve en Warzburg, y almorzamos en un restaurante super recomendable que se llama Backöfele. Igual, no sé si en mi vida vuelva a visitar Warzburg y ni idea si está en alguna ruta turística en Alemania. Yo fui por trabajo.
Si bien puede que no les toque nunca ir a esta ciudad o a este restaurante, atentos por si alguna vez se topan con la Frankische Mostsuppe, que es una sopa de vino con crutones de canela. Simplemente tremenda.
Dejo la dirección por si las moscas: Ursulinergasse 2 - 97070 - Warzburg.

Araña

Por Cata

Yo siempre he sido bien valiente para los bichos, animales raros y esas cosas. Aunque me den un poco de miedo, nunca me he puesto histérica cuando aparece una culebra, una araña o un ratón. Puedo mantener la calma e incluso hacer algo al respecto. Pero toda esta actitud se me fue a la cresta cuando el otro día iba saliendo con auto desde donde lo tenía estacionado en la calle y veo una araña, semi pollito, caminando casi en mi cara por dentro del auto donde comienza el parabrisas. Casi me muero. Se me paró el corazón, me puse a tiritar y solo porque iba lento, recién saliendo del estacionamiento y no venían autos que no choqué. Paré el auto, quedó casi en la mitad de la calle y raudamente salí del mismo. Tiritando miraba a este bicho de culo gordo que estaba ahí tan campante dentro del auto.

Me quedé esperando que llegara alguien para ayudarme, pero mala suerte la mía, la calle es poco transitada. Hasta que veo que un escolar aparece en el horizonte. Lo paro y con los ojos llenos de lágrimas, tiritando y con la voz quebrada le pido que por favor me ayude. Quizás que película se pasó este lolito, pero cuando le dije que se trataba de una araña no pudo disimular sus ojos de “que-le-pasa-a-esta-loca-de-mierda”. Igual le dio mini miedo la araña porque al principio solo la asustó un poco con un paño. Yo ya mini desesperada lo apreté un poco: “¿No te atreves a sacarla?” le dije. El puso su mejor cara de valiente y la agarró y la sacó del auto. La remató en el suelo. Igual no era necesario, pero quizás quiso probar su hombría. Lindo. Yo a esas alturas ya no disimulaba las lágrimas y le di las gracias. Él con cara de todavía no creer como podía estar tan afectada se fue, despidiéndose con un “espero esté bien”, así no más. De usted me trato, para rematar. A esas alturas yo ya me quería matar.

Me subí al auto y lloraba desconsolada. Mientras lloraba sin parar no podía creer mi actitud descontrolada, nunca me había pasado. Que miedo si me pasa algo así en una calle llena de autos. Fijo salgo en los titulares como “Loca descontrolada provoca choque por culpa de una araña”, así si que me hago famosa.

Bici manía

Por Cata

Desde que me compré mi bici en Madrid ando mini obsesionada con el tema “bicicletas”. Le puse parrilla, compre alforjas y hasta invertí en un casco bien femenino para no verme tan espantosa mientras cuido mi cráneo.
Desde que tengo bici le tomo fotos a todas las bicicletas que se me cruzan.
Me compré la onda urbano – moderna – cool de la bici. Me encantaría andar más pero hasta que no viva más céntrica solo me queda para algunos paseos o bien usarla a la hora de almuerzo en la oficina.
Quiero que llegue el verano para ponerme vestido y andar cual comercial de Falabella en la Toscana por las calles de Santiago (aunque eso conlleve mostrar un poco de pierna al transeúnte ¿afortunado? je).
Me encanta ver como ahora andar en bici se ha puesto de moda y espero que la moda no sea moda y sea tendencia que vino para quedarse.
Yo apenas pueda me bajaré del auto para que la bici sea mi transporte urbano ultra mega cool, aunque a veces si la distancia es larga se me va lo cool y me pongo como tomate y cero digna, pero es lo que hay.

Santiago feliz

Por Cata
Lo que me tenía preocupada para volver a Chile era no adaptarme. Una tonta preocupación, porque no solo me tocó volver a reunirme con mi familia y amigos, sino que fue todo adornado por un Chile enfiestado por el Bicentenario y por un clima que aunque le ha costado, ha sido mayormente primaveral, y pucha que ayuda eso.

Me he encontrado con una ciudad entretenida y no es que antes no pensara que fuera, pero ahora me he obligado a vivirla más.

Por ejemplo un sábado en la mañana fui al nuevo centro cultural GAM, Gabriela Mistral, en el ex Diego Portales. Sin palabras. Quedó todo lo que es de primer mundo. Instalaciones de primer nivel, bonito diseño y promete tener mucha vida cultural. Por ahora se puede visitar con guía de manera gratuita y el tour dura una hora. Un baño de cultura, historia y arte que vale la pena. Además completamos el panorama con un almuerzo ahí mismo, a la vueltam en el entretenido barrio Lastarria que nos demostró que no tiene nada que envidiarle a barrios europeos. Lleno de gente, con una feria libre de antigüedades, restoranes, tiendas y buen ambiente.


Otro panorama que completó mi Santiago feliz, fue el paseo al Parque Bicentenario en bicicleta. Desde la casa de mi amiga Berni en Providencia, recorrimos las cuadras que hay hasta Vitacura. Felices porque los domingos no hay tráfico y Santiago nos regaló un día full primaveral. Llegamos al parque, y muy al estilo que solíamos hacer en el parque El Retiro en Madrid, hicimos un pic nic, con chal y todo. Disfrutamos una tarde de conversación en el pasto, observando a la gente, a los perros, los niños y a los que andaban dejándose ver.

Panoramas urbanos hacen mi Santiago más feliz, ya que de lunes a viernes es un agotador desplazamiento desde los faldeos de la cordillera a Providencia, conviviendo con autos mala onda y a veces con alguna sorpresa desagradable como la araña gigante que decidió que era buena idea vivir un rato al interior del auto y casi me mata del susto y me hace chocar.

Santiago es una ciudad feliz si uno decide conocerla y disfrutarla. Y lo dice una santiaguina que a veces cree que la ciudad no tiene nada para sorprenderla y miren que me he equivocado.

Volver es como andar en bicicleta

Por Cata

Desde que volví desde Madrid a Santiago, la pregunta habitual ha sido: “¿Y como ha sido volver?” y últimamente mi respuesta es: “Es como andar en bicicleta”. Los viajes cambian, vivir afuera cambia, pero cuando uno vuelve a su tierra, vuelve a las costumbres, a las rutinas y a los viejos hábitos. Uno siempre cree que podrá llevarse algo de lo adquirido afuera e implantarlo en la rutina personal o de los amigos. Pero la verdad es que es bastante difícil. Son más años de Chile que fuera y eso en la balanza pesa. El cuerpo y la mente tienen memoria y es más fácil volver a hacer lo que se hacía antes que intentar luchar contra la corriente.

Cuando volví de Paris me dije que compraría bagette todos los días y no volvería a probar el pan de molde. Creo que no lo logré ni un solo día. Ahora ya no tengo la panadería en la puerta del edificio, vivo lejos y para comprar pan hay que tomar auto. No thanks.

Ahora que volví de Madrid una sola cosa me ha resultado, tomar café café, y no nescafé. Mi cuerpo lo rechaza, curioso, ya que han sido años de ese sucedáneo mega fuchis que llamamos café. Hasta hoy solo tomo café molido que filtro.

Lo que no he logrado y no lograré, será intentar emular la noche Madrileña e ir de bar en bar. Sencillamente no resulta, en Chile nos gusta llegar a un lugar y sentarnos, tomar y cerrar el boliche si es necesario y sin mover el auto del lugar. Porque ese es otro problema, tanto en Paris como en Madrid no tenía auto, vivía en el centro y tenía la vida organizada de otra manera. En Madrid andaba en bicicleta, y en Santiago no lo he logrado aún.

Volver ha sido como andar en bicicleta, no se olvida la vida anterior, por muy cambiada que uno crea que ha vuelto.

lunes, 21 de junio de 2010

Mirando la ciudad desde las alturas


Bares con vistas panorámicas.

Por trabajo me tocó estar en Hamburgo. Linda ciudad, ondera. Aunque tampoco es que haya podido ver mucho. Pero algo vi entre reunión y reunión por la ventana del taxi.
Yo estaba mini frustrada con el hecho de no poder recorrer una ciudad que sin haber visto mucho me parecía super atractiva.
Uno de los periodistas con los que me reuní me sugirió que en la noche fuera a un bar que quedaba en el piso 20 de un hotel. 20 UP es el nombre y es un bar re ondero, con muchos ventanales que tiene una vista privilegiada de la ciudad. Fue super buena idea, ya que estábamos muertos post día full de trabajo pero queríamos ver la ciudad y la idea de poder al menos tener una panorámica nocturna fue bienvenida en el grupo.

Es una pena ir a una ciudad, y por estar de reunión en reunión no poder ver nada. En este bar, en el piso 20, pudimos ver el puerto y dimensionar si estábamos hablando de una ciudad grande o pequeña. La foto claramente no le hace justicia a la vista que tuvimos.

Cuando estaba arriba, inmediatamente me acordé de un bar que hay en Santiago, que hace varios años fui y me impresionó porque por primera vez me sentí en otra ciudad, y para alguien nacida y criada en Santiago yo creo que es algo difícil de lograr. Está en el hotel Plaza El Bosque en la calle Ebro 2828 y al estar en pleno Sanhattan uno se siente mini sex and the city. Ni idea la onda del lugar y al ser hotel no sé que tipo de público tiene. Pero que tiene una vista increible, la tiene. Se llama Club piso 17. Si alguien va para allá me cuenta.

Y siguiendo con las alturas, que es lo que nos convoca, la última reunión que tuve, esta vez en Munich, me llevé tremenda sorpresa cuando subimos a la reunión y me encuentro que estamos en un piso 25 con una increíble vista a la ciudad. Ya me había llamado la atención através de la ventana del taxi lo verde que era todo, pero cuando pudimos ver la ciudad desde arriba, fue impresionante. Véanlo ustedes mismos. Que alegría al menos haber tenido durante los 30 minutos que duró la reunión una vista tan maravillosa que me hizo poner en mi lista de ciudades por visitar: Munich.

jueves, 17 de junio de 2010

Con (sin) banderas


Cuando uno va de visita a una ciudad, muchas cosas pueden sorprender. Pero cuando uno vive en una ciudad, podría esperar que lo distinto se vuelve normal y las sorpresas disminuyen. Pero no! Estos gringos no dejan de sorprender.En el capítulo de hoy: (sin) con banderas

Vivo en la calle Connecticut. Una avenida que podríamos llamar principal. Algo así como Colón o Bilbao (si pensamos en SCL). Ahí, a la altura del 5600 frente al Cine Avalon, usted se puede encontrar con un singular invento. Una oda a la creatividad e innovación del siglo XXI. Las "banderitas para cruzar".
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¿como funciona?
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Aproxímese al cruce peatonal, que está debidamente marcado, tome una de las banderas plásticas anaranjadas de mango de madera ( última tecnología desarrollada por la NASA), observe a ambos lados del tránsito y meneando enérgicamente la bandera a la altura de la parte alta de su cuerpo apróntese a cruzar.


Advertencia 1: que Ud. este cruzando en un paso peatonal y además porte una bandera anaranjada, NO garantiza que los autos se detengan por lo que se recomienda precaución sobre todo en las horas punta.

Advertencia 2:No deje de devolver la banderita en el poste ubicado al otro lado de la acera. Aunque la tentación se apodere de Ud., sea solidario con los demás peatones que la necesitan tanto como Ud.

martes, 15 de junio de 2010

Nadaremos, nadaremos


Buceando en Calpe

Hasta hace un año atrás nunca se me habría ocurrido bucear. En Chile no conozco a nadie que tenga licencia de buceo y la gente no hace snorkeling en las playas. La razón es más que obvia, el agua extremadamente helada de las costas chilenas. Me llamó mucho la atención que en España hay mucha gente que si bucea, y la razón es re simple, tienen el Mediterráneo. Para principiantes el buen clima y el agua temperada son claves para sumergirse en el mar a experimentar el buceo, nadie que está aprendiendo quiere sufrir no?.

Pero curiosamente no fue acá en España que me entusiasmé, fue en Chile cuando viajé a la Isla de Pascua que junto con Robinson Crusoe son paraíso para el submarinismo. Me dio mucha rabia haber estado en Isla de Pascua y no tener licencia, ya que me perdí una tremenda oportunidad. En ese momento me propuse que volviendo a Madrid empezaría el curso, ya que lo primero es teórico y en una piscina. La última patita son las inmersiones en el mar.

Fue rápido, un día intensivo en una piscina y un fin de semana en Calpe, cerca de Valencia. Así fue como en octubre de 2009 saqué mi licencia PADI ( Professional Association of Diving Instructors) que es una acreditación de Estados Unidos pero reconocida a nivel internacional, aunque hay los que dicen que es puro marketing y que la verdaderamente profesional es la C.M.A.S (Conf. Mundial de Actividades Subacuáticas), creada por Jacque Cousteau.

El fin de semana pasado volví por primera vez a Calpe tras haber obtenido a fines del verano pasado mi licencia. Fue increíble, ya que antes solo había estado bajo el agua haciendo ejercicios para que me evaluaran. Ahora puede bucear de verdad. Además tuve la suerte que no había mucha gente y básicamente tuve un instructor para mi sola.... genial.

El Mediterráneo tiene aguas super claras y pude observar plantas acuáticas, peces diversos, muuuchas estrellas de mar y lo más impactante de la inmersión: un pulpo. Tengo que confesar que casi me muero del susto. Yo como buena chica urbana mi máximo acercamiento con el animal éste había sido el pulpo a la gallega en uno que otro bar madrileño, así que cuando me acerqué a mirar que era una cosa grande que se movía en el fondo del mar entre una suerte de pasto acuático, casi me da un infarto!. Yo sugestionada por Disney me imaginé que el pulpo malvado me agarraría una pierna y hasta ahí no más mi vida.

Lo único malo del buceo es que no se puede hablar bajo el agua... entonces no le pude avisar a mis compañeros del avistamiento. (quizás a ellos les parecía interesante verlo y no son tan cobardes) así que se lo perdieron. No me queda otra que meterme a curso de lenguaje de señas, ya que mi mímica "hay un pulpo enorme allá atrás" no fue entendida por el grupo.

En fin, solo invitarlos a que hagan un curso, ahora, donde estén. Quizás un día les toque viajar a un lugar donde se pueda bucear y que mal arrepentirse de no tener la licencia a mano.

lunes, 31 de mayo de 2010

Paris, siempre vale la pena volver


El viajero habitual puede que no encuentre ninguna novedad en estas líneas, pero están hechas para quienes viajan por primera vez a un lugar o simplemente nunca nadie les dio estos tips.

Hoy, una de mis ciudades favoritas: Paris

  1. Paris es una ciudad para caminar, no cometas el error de perdértela por ir en metro. Si sigues un orden lógico, la gran mayoría de las cosas las puedes hacer a pie. (en un futuro post les daré mi circuito)
  2. Todos intentamos estando en Paris sacarnos una foto donde cupiera la torre Eiffel y nosotros. Las fotos se convierten en un derroche de creatividad, ángulos retorcidos y el resultado siempre es le mismo, no cabe. Entonces si quieres tener ESA foto postal en tu álbum, tienes que dirigirte a Trocadero, es el único lugar donde perfectamente entras tu y el icono parisino.
  3. Si vas en primavera o verano, TIENES que ir a hacer un pic nic al borde del Sena o en el Pont des Art. Se junta mucha gente y como muchos son estudiantes de intercambio, el ambiente es super entretenido y agradable.
  4. Si te gusta Monet, te recomiendo ir al Musée de l'Orangerie .Tiene un salón con cuadros de las famosas Nenúfares maravillosos. El museo se remodeló para poder exponer estos cuadros enormes y curvos. Además como es pequeñito no tienes que invertir demasiado tiempo, lo que siempre es un problema a la hora de elegir que museos visitar.

5. Para perderse por callecitas parisinas, les recomiendo que lo hagan en el barrio de Saint Germain des Prés. Si bien es un barrio con tiendas caras, entre medio hay unas super lindas, con cosas originales y a precios decentes. Pero perderse es irse por las calles chicas, no por el boulevard de Saint Germain, ojo!

martes, 18 de mayo de 2010

Maña o mañosa ??

No hay persona sobre la faz de la tierra que no tenga una maña. De eso estoy segura.

Pero hay algunas mañas más mañosas que otras. Y unas incluso divertidas (mirándolas por el lado amable).

Yo por ejemplo tengo 3 mañas relevantes y dignas de mencionar. Estas son:

1. La palta molida: Quiero aclarar que a mi me encanta la palta. Nada como un completo italiano o marraqueta con palta a la hora del te. Pero no soporto la palta cuando está entera. Fuchis! Tiene un sabor completamente distinto y además me da nervios morderla. Así que si me ponen una palta reina de plato de entrada, no voy a cometer la rotería de no comérmela, pero si voy a molerla. Pero hay una excepción: amo el sushi envuelto en palta! Lo sé, es inexplicable. Y bueno, por eso se llama maña.

2. Las pasas: Prefiero morir antes de morder una pasa. Y si está caliente (por ejemplo dentro de una empanada), y mis dientes la toca, prefiero que llegue el humo negro de Lost y me lleve para siempre!. Sé que parece exagerado, pero no lo puedo controlar. Para la navidad, mi mamá me compraba pan de pascua sin pasas ni fruta confitada (otra cosa que no tolero). O sea me compraba un queque con nueces para que no terminara escarbando entre las migas sacando esos pequeños habitantes indeseables en él. Guácatela!!

3. Salir sin aros: Ay de mí si salgo de la casa un día sin aros. Dios! Desaparece la mujer que hay en mí y paso todo el día sintiéndome un niñito. Horrorsh! Creo que el origen de esta maña es un trauma infantil. Cuando estaba en 5to básico, mi mamá nos cortó el pelo a mí y a mi medio cigoto como niñitos. Bien cortito. Creo que la excusa era que teníamos piojos y que era más fácil sacar las liendres con pelo corto. Sea como sea, pasamos un verano traumático. El niñito que nos gustaba (si, nos gustaba el mismo), solo tenía ojos para el pelo rubio de mi espectacular prima M y a nosotras, que nos coman los hurones! Bueno, la cosa es que aunque no me pasa mucho, salir sin aros puede ser más terrible que salir sin ropa.

lunes, 17 de mayo de 2010

Transporte público y control ciudadano


Escribo este post sentada en una micro (o bien llamadas buses en DC) usando mi itouch. No me aguante llegar a mi casa a escribirlo porque no quería que se me olvidara y además como llueve se arman tacos y tengo un buen rato para llegar a mi hogar. Por que SI. La gente también se pone lerda par manejar con lluvia en el primer mundo. En eso, somos todos iguales.
En lo que definitivamente NO lo somos es en ser ciudadanos activos, responsables, participativos y solidarios. Lo dije y qué?

Como ya les mencioné, vengo en la micro, en la número 37, hay un taco de proporciones, ánimos caldeados y todos con ganas de llegar a la casa después de una intensa jornada laboral. Y en eso, la chofer, se saltó un paradero. Y aunque nadie había tocado el timbre anunciando sus deseos de bajarse...hubo un ehhhhh!!!!!!!! general, en una acción evidentemente solidaria hacia los pasajeros que esperaban bajo la lluvia. Al menos 4 personas dieron la alerta de tan reprochable falta.

Como uno de ellos casi se come a la chofer con el grito, ella respondió con uno de vuelta: ¨Sir, don't worry. There is another bus 37 just behind us! ( traducción: qui ti pa' wn oh? tranquilo el loro! no cachai que un colega nos viene pisando los talones??)

Cual es el punto? No es primera vez que veo a los pasajeros del transporte público washingtoniano velar por el buen funcionamiento del sistema. Avisando cuando un pasajero rezagado viene corriendo tras del bus, esperando pacientemente que los abuelos o discapacitados suban a la velocidad del caracol y haciendo colecta cuando un ciudadano despistado no ha cargado su smartrip (o tarjeta BIP). Así podría seguir con muchos ejemplos de pasajeros velando por el interés común y la solidaridad entre usuarios. A veces es tanta la amabilidad que llega a ser incómodo.

Quizás esto es lo que le hace falta al Transantiago , menos indiferencia colectiva y mas control ciudadano. Menos colados y más "acusetes" de los profesionales de la evasión. Menos empujones y mas sonrisas, ya que al final el transporte público es eso precisamente: público, por ende, es de todos.

Para no pasar malos ratos con las low cost

Desde la irrupción de las aerolíneas low cost en Europa, uno parece no pensar en otra forma o compañía a la hora de viajar. Pero ojo! no todo es tan bello como parece.

En primer lugar, estos vuelos claremente son muchos más baratos que vuelos en las aerolíneas tradicionales, pero hace muuuuucho tiempo no veo un vuelo a 0 euros o a 10 euros + impuestos, como fue en algún minuto un par de años atrás.

  1. La única forma de conseguir vuelos realmente baratos es comprarlos con mucha anticipación, mucha.
  2. Si viajas un viernes y vuelves un domingo, olvídate de encontrar precios botados.
  3. Si viajas un fin de semana, ojo!. como las aerolíneas cobran por maleta facturada, todos los que viajan por el fin de semana evitan pagar. Entonces ya me ha pasado que si llegas a embarcarte al final, no hay espacio para tu maleta, ya que TODOS van con maleta de cabina. ¿Qué pasa? Nada grave, mandan tu maleta abajo, pero esto puede ser incómodo sobre todo si llevas cosas delicadas y sin candado, así que hay que ir mentalizado y preparado para esa eventualidad.
  4. A los que nos gusta dormir y podemos hacerlo en los aviones, tengan presente que al menos los aviones Easyjet no se reclinan. Una pesadilla!! así que lleve preparado su cojín cervical regalón.
  5. Algo bastante obvio pero nunca es malo recordarlo, el tema de los líquidos. Si bien lleva un buen tiempo en vigencia el que no puedes llevar frascos y envases de más de 100 ml todavía veo con horror a gente que le terminan botando perfumes, cremas y shampoo en los aeropuertos. Si viajas en low cost lo más probable es que no factures tu maleta, entonces olvídate de llevar un perfume o útiles de aseo, a menos que lleves todo en envases pequeños especiales para viajeros.
  6. Por último. Como los viernes y domingos vuela mucha gente se ponen super estrictos. Es UN bolso de mano por persona. Y eso implica que si vas con cartera, computador o bolso de cámara, ese es tu bolso de mano. No es una maleta de cabina más un artículo persona.

miércoles, 5 de mayo de 2010

CIUDAD: "pequeñas delicias de la vida cotidiana"

Dejando los pies en la marcha madrileña

Cuando se viene a Madrid hay que tener una cosa clara. Cuando se sale, se está casi toda la noche de pie, en lugares mas o menos pequeños y siempre, siempre, llenos de gente. Teniendo eso claro, es más fácil enfrentarse a la marcha madrileña, que es de las mejores de Europa. La noche suele partir con copas y tapas. La gente se reúne en bares que te dan un pequeño platito con algo para picar cuando pides algo para tomar. Aceitunas, papas (patatas) fritas, queso, pepinillo o lo que sea el cariño o creatividad del local. Luego se pasa un par de horas cambiando de bar, y según el ánimo de las personas, uno puede estar hasta en 5 lugares en una noche (todos de pie, ojo). Si los comensales están de ánimo para seguir al siguiente nivel, se va bares con música donde se arma un poco la fiesta, la gente conversa y baila. Para los más prendidos, se puede rematar en una discoteque para bailar hasta altas horas de la madrugada.

Con esto les dejo las siguientes recomendaciones. Zapato cómodo, gotitas para los ojos (lugares chicos con mucho humo son la tónica) y alto sentido del humor par aguantar comer de pie, ser pisado y mojado con alcohol (dado la peques de los lugares), Pero todo tiene su recompensa, porque nunca he escuchado a alguien al final de la noche quejarse por nada, salvo porque se ha pasado muy rápido.

lunes, 26 de abril de 2010

Lo que no puedo decir en 140 caracteres

Por eso empiezo con un blog. Twitter se queda corto para profundizar y a veces dan ganas de explayarse un poco más.
El problema es que twitter al ser instantáneo, uno escribe, no lo piensa mucho y listo!: un tweet lanzado al mundo. Esto del blog es más complicado porque, aunque probablemente solo lo lea mi medio cigoto con quien comparto editorial en este humilde medio, hay que preocuparse que quede al menos decentemente escrito. (probablemente no es el caso de este post).

Lo importante es que una vez que este post esté online, me permitiré sin pudores a escribir lo que se me venga a la cabeza, porque finalmente: Sé que a nadie le importa....pero a mi si.