miércoles, 3 de noviembre de 2010

Volver es como andar en bicicleta

Por Cata

Desde que volví desde Madrid a Santiago, la pregunta habitual ha sido: “¿Y como ha sido volver?” y últimamente mi respuesta es: “Es como andar en bicicleta”. Los viajes cambian, vivir afuera cambia, pero cuando uno vuelve a su tierra, vuelve a las costumbres, a las rutinas y a los viejos hábitos. Uno siempre cree que podrá llevarse algo de lo adquirido afuera e implantarlo en la rutina personal o de los amigos. Pero la verdad es que es bastante difícil. Son más años de Chile que fuera y eso en la balanza pesa. El cuerpo y la mente tienen memoria y es más fácil volver a hacer lo que se hacía antes que intentar luchar contra la corriente.

Cuando volví de Paris me dije que compraría bagette todos los días y no volvería a probar el pan de molde. Creo que no lo logré ni un solo día. Ahora ya no tengo la panadería en la puerta del edificio, vivo lejos y para comprar pan hay que tomar auto. No thanks.

Ahora que volví de Madrid una sola cosa me ha resultado, tomar café café, y no nescafé. Mi cuerpo lo rechaza, curioso, ya que han sido años de ese sucedáneo mega fuchis que llamamos café. Hasta hoy solo tomo café molido que filtro.

Lo que no he logrado y no lograré, será intentar emular la noche Madrileña e ir de bar en bar. Sencillamente no resulta, en Chile nos gusta llegar a un lugar y sentarnos, tomar y cerrar el boliche si es necesario y sin mover el auto del lugar. Porque ese es otro problema, tanto en Paris como en Madrid no tenía auto, vivía en el centro y tenía la vida organizada de otra manera. En Madrid andaba en bicicleta, y en Santiago no lo he logrado aún.

Volver ha sido como andar en bicicleta, no se olvida la vida anterior, por muy cambiada que uno crea que ha vuelto.

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