martes, 15 de junio de 2010

Nadaremos, nadaremos


Buceando en Calpe

Hasta hace un año atrás nunca se me habría ocurrido bucear. En Chile no conozco a nadie que tenga licencia de buceo y la gente no hace snorkeling en las playas. La razón es más que obvia, el agua extremadamente helada de las costas chilenas. Me llamó mucho la atención que en España hay mucha gente que si bucea, y la razón es re simple, tienen el Mediterráneo. Para principiantes el buen clima y el agua temperada son claves para sumergirse en el mar a experimentar el buceo, nadie que está aprendiendo quiere sufrir no?.

Pero curiosamente no fue acá en España que me entusiasmé, fue en Chile cuando viajé a la Isla de Pascua que junto con Robinson Crusoe son paraíso para el submarinismo. Me dio mucha rabia haber estado en Isla de Pascua y no tener licencia, ya que me perdí una tremenda oportunidad. En ese momento me propuse que volviendo a Madrid empezaría el curso, ya que lo primero es teórico y en una piscina. La última patita son las inmersiones en el mar.

Fue rápido, un día intensivo en una piscina y un fin de semana en Calpe, cerca de Valencia. Así fue como en octubre de 2009 saqué mi licencia PADI ( Professional Association of Diving Instructors) que es una acreditación de Estados Unidos pero reconocida a nivel internacional, aunque hay los que dicen que es puro marketing y que la verdaderamente profesional es la C.M.A.S (Conf. Mundial de Actividades Subacuáticas), creada por Jacque Cousteau.

El fin de semana pasado volví por primera vez a Calpe tras haber obtenido a fines del verano pasado mi licencia. Fue increíble, ya que antes solo había estado bajo el agua haciendo ejercicios para que me evaluaran. Ahora puede bucear de verdad. Además tuve la suerte que no había mucha gente y básicamente tuve un instructor para mi sola.... genial.

El Mediterráneo tiene aguas super claras y pude observar plantas acuáticas, peces diversos, muuuchas estrellas de mar y lo más impactante de la inmersión: un pulpo. Tengo que confesar que casi me muero del susto. Yo como buena chica urbana mi máximo acercamiento con el animal éste había sido el pulpo a la gallega en uno que otro bar madrileño, así que cuando me acerqué a mirar que era una cosa grande que se movía en el fondo del mar entre una suerte de pasto acuático, casi me da un infarto!. Yo sugestionada por Disney me imaginé que el pulpo malvado me agarraría una pierna y hasta ahí no más mi vida.

Lo único malo del buceo es que no se puede hablar bajo el agua... entonces no le pude avisar a mis compañeros del avistamiento. (quizás a ellos les parecía interesante verlo y no son tan cobardes) así que se lo perdieron. No me queda otra que meterme a curso de lenguaje de señas, ya que mi mímica "hay un pulpo enorme allá atrás" no fue entendida por el grupo.

En fin, solo invitarlos a que hagan un curso, ahora, donde estén. Quizás un día les toque viajar a un lugar donde se pueda bucear y que mal arrepentirse de no tener la licencia a mano.

1 comentario:

  1. tremenda!! que valiente. Igual estoy de acuerdo que Disney no ha dejado prejuicios en el disco duro. Seguro que un pulpo debe ser de los animales más inofensivos del mar...asustadiso y que a lo más se "hace tinta" como el de "Buscando a Nemo". Yo le tendría más ojo con las medusas y las mantarrayas.

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