lunes, 21 de junio de 2010

Mirando la ciudad desde las alturas


Bares con vistas panorámicas.

Por trabajo me tocó estar en Hamburgo. Linda ciudad, ondera. Aunque tampoco es que haya podido ver mucho. Pero algo vi entre reunión y reunión por la ventana del taxi.
Yo estaba mini frustrada con el hecho de no poder recorrer una ciudad que sin haber visto mucho me parecía super atractiva.
Uno de los periodistas con los que me reuní me sugirió que en la noche fuera a un bar que quedaba en el piso 20 de un hotel. 20 UP es el nombre y es un bar re ondero, con muchos ventanales que tiene una vista privilegiada de la ciudad. Fue super buena idea, ya que estábamos muertos post día full de trabajo pero queríamos ver la ciudad y la idea de poder al menos tener una panorámica nocturna fue bienvenida en el grupo.

Es una pena ir a una ciudad, y por estar de reunión en reunión no poder ver nada. En este bar, en el piso 20, pudimos ver el puerto y dimensionar si estábamos hablando de una ciudad grande o pequeña. La foto claramente no le hace justicia a la vista que tuvimos.

Cuando estaba arriba, inmediatamente me acordé de un bar que hay en Santiago, que hace varios años fui y me impresionó porque por primera vez me sentí en otra ciudad, y para alguien nacida y criada en Santiago yo creo que es algo difícil de lograr. Está en el hotel Plaza El Bosque en la calle Ebro 2828 y al estar en pleno Sanhattan uno se siente mini sex and the city. Ni idea la onda del lugar y al ser hotel no sé que tipo de público tiene. Pero que tiene una vista increible, la tiene. Se llama Club piso 17. Si alguien va para allá me cuenta.

Y siguiendo con las alturas, que es lo que nos convoca, la última reunión que tuve, esta vez en Munich, me llevé tremenda sorpresa cuando subimos a la reunión y me encuentro que estamos en un piso 25 con una increíble vista a la ciudad. Ya me había llamado la atención através de la ventana del taxi lo verde que era todo, pero cuando pudimos ver la ciudad desde arriba, fue impresionante. Véanlo ustedes mismos. Que alegría al menos haber tenido durante los 30 minutos que duró la reunión una vista tan maravillosa que me hizo poner en mi lista de ciudades por visitar: Munich.

jueves, 17 de junio de 2010

Con (sin) banderas


Cuando uno va de visita a una ciudad, muchas cosas pueden sorprender. Pero cuando uno vive en una ciudad, podría esperar que lo distinto se vuelve normal y las sorpresas disminuyen. Pero no! Estos gringos no dejan de sorprender.En el capítulo de hoy: (sin) con banderas

Vivo en la calle Connecticut. Una avenida que podríamos llamar principal. Algo así como Colón o Bilbao (si pensamos en SCL). Ahí, a la altura del 5600 frente al Cine Avalon, usted se puede encontrar con un singular invento. Una oda a la creatividad e innovación del siglo XXI. Las "banderitas para cruzar".
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¿como funciona?
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Aproxímese al cruce peatonal, que está debidamente marcado, tome una de las banderas plásticas anaranjadas de mango de madera ( última tecnología desarrollada por la NASA), observe a ambos lados del tránsito y meneando enérgicamente la bandera a la altura de la parte alta de su cuerpo apróntese a cruzar.


Advertencia 1: que Ud. este cruzando en un paso peatonal y además porte una bandera anaranjada, NO garantiza que los autos se detengan por lo que se recomienda precaución sobre todo en las horas punta.

Advertencia 2:No deje de devolver la banderita en el poste ubicado al otro lado de la acera. Aunque la tentación se apodere de Ud., sea solidario con los demás peatones que la necesitan tanto como Ud.

martes, 15 de junio de 2010

Nadaremos, nadaremos


Buceando en Calpe

Hasta hace un año atrás nunca se me habría ocurrido bucear. En Chile no conozco a nadie que tenga licencia de buceo y la gente no hace snorkeling en las playas. La razón es más que obvia, el agua extremadamente helada de las costas chilenas. Me llamó mucho la atención que en España hay mucha gente que si bucea, y la razón es re simple, tienen el Mediterráneo. Para principiantes el buen clima y el agua temperada son claves para sumergirse en el mar a experimentar el buceo, nadie que está aprendiendo quiere sufrir no?.

Pero curiosamente no fue acá en España que me entusiasmé, fue en Chile cuando viajé a la Isla de Pascua que junto con Robinson Crusoe son paraíso para el submarinismo. Me dio mucha rabia haber estado en Isla de Pascua y no tener licencia, ya que me perdí una tremenda oportunidad. En ese momento me propuse que volviendo a Madrid empezaría el curso, ya que lo primero es teórico y en una piscina. La última patita son las inmersiones en el mar.

Fue rápido, un día intensivo en una piscina y un fin de semana en Calpe, cerca de Valencia. Así fue como en octubre de 2009 saqué mi licencia PADI ( Professional Association of Diving Instructors) que es una acreditación de Estados Unidos pero reconocida a nivel internacional, aunque hay los que dicen que es puro marketing y que la verdaderamente profesional es la C.M.A.S (Conf. Mundial de Actividades Subacuáticas), creada por Jacque Cousteau.

El fin de semana pasado volví por primera vez a Calpe tras haber obtenido a fines del verano pasado mi licencia. Fue increíble, ya que antes solo había estado bajo el agua haciendo ejercicios para que me evaluaran. Ahora puede bucear de verdad. Además tuve la suerte que no había mucha gente y básicamente tuve un instructor para mi sola.... genial.

El Mediterráneo tiene aguas super claras y pude observar plantas acuáticas, peces diversos, muuuchas estrellas de mar y lo más impactante de la inmersión: un pulpo. Tengo que confesar que casi me muero del susto. Yo como buena chica urbana mi máximo acercamiento con el animal éste había sido el pulpo a la gallega en uno que otro bar madrileño, así que cuando me acerqué a mirar que era una cosa grande que se movía en el fondo del mar entre una suerte de pasto acuático, casi me da un infarto!. Yo sugestionada por Disney me imaginé que el pulpo malvado me agarraría una pierna y hasta ahí no más mi vida.

Lo único malo del buceo es que no se puede hablar bajo el agua... entonces no le pude avisar a mis compañeros del avistamiento. (quizás a ellos les parecía interesante verlo y no son tan cobardes) así que se lo perdieron. No me queda otra que meterme a curso de lenguaje de señas, ya que mi mímica "hay un pulpo enorme allá atrás" no fue entendida por el grupo.

En fin, solo invitarlos a que hagan un curso, ahora, donde estén. Quizás un día les toque viajar a un lugar donde se pueda bucear y que mal arrepentirse de no tener la licencia a mano.