miércoles, 3 de noviembre de 2010
Sopa de vino con crutones de canela
Araña
Por Cata
Yo siempre he sido bien valiente para los bichos, animales raros y esas cosas. Aunque me den un poco de miedo, nunca me he puesto histérica cuando aparece una culebra, una araña o un ratón. Puedo mantener la calma e incluso hacer algo al respecto. Pero toda esta actitud se me fue a la cresta cuando el otro día iba saliendo con auto desde donde lo tenía estacionado en la calle y veo una araña, semi pollito, caminando casi en mi cara por dentro del auto donde comienza el parabrisas. Casi me muero. Se me paró el corazón, me puse a tiritar y solo porque iba lento, recién saliendo del estacionamiento y no venían autos que no choqué. Paré el auto, quedó casi en la mitad de la calle y raudamente salí del mismo. Tiritando miraba a este bicho de culo gordo que estaba ahí tan campante dentro del auto.
Me subí al auto y lloraba desconsolada. Mientras lloraba sin parar no podía creer mi actitud descontrolada, nunca me había pasado. Que miedo si me pasa algo así en una calle llena de autos. Fijo salgo en los titulares como “Loca descontrolada provoca choque por culpa de una araña”, así si que me hago famosa.
Bici manía
Santiago feliz
Me he encontrado con una ciudad entretenida y no es que antes no pensara que fuera, pero ahora me he obligado a vivirla más.
Por ejemplo un sábado en la mañana fui al nuevo centro cultural GAM, Gabriela Mistral, en el ex Diego Portales. Sin palabras. Quedó todo lo que es de primer mundo. Instalaciones de primer nivel, bonito diseño y promete tener mucha vida cultural. Por ahora se puede visitar con guía de manera gratuita y el tour dura una hora. Un baño de cultura, historia y arte que vale la pena. Además completamos el panorama con un almuerzo ahí mismo, a la vueltam en el entretenido barrio Lastarria que nos demostró que no tiene nada que envidiarle a barrios europeos. Lleno de gente, con una feria libre de antigüedades, restoranes, tiendas y buen ambiente.
Otro panorama que completó mi Santiago feliz, fue el paseo al Parque Bicentenario en bicicleta. Desde la casa de mi amiga Berni en Providencia, recorrimos las cuadras que hay hasta Vitacura. Felices porque los domingos no hay tráfico y Santiago nos regaló un día full primaveral. Llegamos al parque, y muy al estilo que solíamos hacer en el parque El Retiro en Madrid, hicimos un pic nic, con chal y todo. Disfrutamos una tarde de conversación en el pasto, observando a la gente, a los perros, los niños y a los que andaban dejándose ver.
Panoramas urbanos hacen mi Santiago más feliz, ya que de lunes a viernes es un agotador desplazamiento desde los faldeos de la cordillera a Providencia, conviviendo con autos mala onda y a veces con alguna sorpresa desagradable como la araña gigante que decidió que era buena idea vivir un rato al interior del auto y casi me mata del susto y me hace chocar.
Santiago es una ciudad feliz si uno decide conocerla y disfrutarla. Y lo dice una santiaguina que a veces cree que la ciudad no tiene nada para sorprenderla y miren que me he equivocado.
Volver es como andar en bicicleta
Desde que volví desde Madrid a Santiago, la pregunta habitual ha sido: “¿Y como ha sido volver?” y últimamente mi respuesta es: “Es como andar en bicicleta”. Los viajes cambian, vivir afuera cambia, pero cuando uno vuelve a su tierra, vuelve a las costumbres, a las rutinas y a los viejos hábitos. Uno siempre cree que podrá llevarse algo de lo adquirido afuera e implantarlo en la rutina personal o de los amigos. Pero la verdad es que es bastante difícil. Son más años de Chile que fuera y eso en la balanza pesa. El cuerpo y la mente tienen memoria y es más fácil volver a hacer lo que se hacía antes que intentar luchar contra la corriente.
Cuando volví de Paris me dije que compraría bagette todos los días y no volvería a probar el pan de molde. Creo que no lo logré ni un solo día. Ahora ya no tengo la panadería en la puerta del edificio, vivo lejos y para comprar pan hay que tomar auto. No thanks.
Ahora que volví de Madrid una sola cosa me ha resultado, tomar café café, y no nescafé. Mi cuerpo lo rechaza, curioso, ya que han sido años de ese sucedáneo mega fuchis que llamamos café. Hasta hoy solo tomo café molido que filtro.
Lo que no he logrado y no lograré, será intentar emular la noche Madrileña e ir de bar en bar. Sencillamente no resulta, en Chile nos gusta llegar a un lugar y sentarnos, tomar y cerrar el boliche si es necesario y sin mover el auto del lugar. Porque ese es otro problema, tanto en Paris como en Madrid no tenía auto, vivía en el centro y tenía la vida organizada de otra manera. En Madrid andaba en bicicleta, y en Santiago no lo he logrado aún.
Volver ha sido como andar en bicicleta, no se olvida la vida anterior, por muy cambiada que uno crea que ha vuelto.
lunes, 21 de junio de 2010
Mirando la ciudad desde las alturas
jueves, 17 de junio de 2010
Con (sin) banderas
Vivo en la calle Connecticut. Una avenida que podríamos llamar principal. Algo así como Colón o Bilbao (si pensamos en SCL). Ahí, a la altura del 5600 frente al Cine Avalon, usted se puede encontrar con un singular invento. Una oda a la creatividad e innovación del siglo XXI. Las "banderitas para cruzar".
martes, 15 de junio de 2010
Nadaremos, nadaremos
lunes, 31 de mayo de 2010
Paris, siempre vale la pena volver
El viajero habitual puede que no encuentre ninguna novedad en estas líneas, pero están hechas para quienes viajan por primera vez a un lugar o simplemente nunca nadie les dio estos tips.
- Paris es una ciudad para caminar, no cometas el error de perdértela por ir en metro. Si sigues un orden lógico, la gran mayoría de las cosas las puedes hacer a pie. (en un futuro post les daré mi circuito)
- Todos intentamos estando en Paris sacarnos una foto donde cupiera la torre Eiffel y nosotros. Las fotos se convierten en un derroche de creatividad, ángulos retorcidos y el resultado siempre es le mismo, no cabe. Entonces si quieres tener ESA foto postal en tu álbum, tienes que dirigirte a Trocadero, es el único lugar donde perfectamente entras tu y el icono parisino.
- Si vas en primavera o verano, TIENES que ir a hacer un pic nic al borde del Sena o en el Pont des Art. Se junta mucha gente y como muchos son estudiantes de intercambio, el ambiente es super entretenido y agradable.
- Si te gusta Monet, te recomiendo ir al Musée de l'Orangerie .Tiene un salón con cuadros de las famosas Nenúfares maravillosos. El museo se remodeló para poder exponer estos cuadros enormes y curvos. Además como es pequeñito no tienes que invertir demasiado tiempo, lo que siempre es un problema a la hora de elegir que museos visitar.
martes, 18 de mayo de 2010
Maña o mañosa ??
Pero hay algunas mañas más mañosas que otras. Y unas incluso divertidas (mirándolas por el lado amable).
Yo por ejemplo tengo 3 mañas relevantes y dignas de mencionar. Estas son:
2. Las pasas: Prefiero morir antes de morder una pasa. Y si está caliente (por ejemplo dentro de una empanada), y mis dientes la toca, prefiero que llegue el humo negro de Lost y me lleve para siempre!. Sé que parece exagerado, pero no lo puedo controlar. Para la navidad, mi mamá me compraba pan de pascua sin pasas ni fruta confitada (otra cosa que no tolero). O sea me compraba un queque con nueces para que no terminara escarbando entre las migas sacando esos pequeños habitantes indeseables en él. Guácatela!!
3. Salir sin aros: Ay de mí si salgo de la casa un día sin aros. Dios! Desaparece la mujer que hay en mí y paso todo el día sintiéndome un niñito. Horrorsh! Creo que el origen de esta maña es un trauma infantil. Cuando estaba en 5to básico, mi mamá nos cortó el pelo a mí y a mi medio cigoto como niñitos. Bien cortito. Creo que la excusa era que teníamos piojos y que era más fácil sacar las liendres con pelo corto. Sea como sea, pasamos un verano traumático. El niñito que nos gustaba (si, nos gustaba el mismo), solo tenía ojos para el pelo rubio de mi espectacular prima M y a nosotras, que nos coman los hurones! Bueno, la cosa es que aunque no me pasa mucho, salir sin aros puede ser más terrible que salir sin ropa.
lunes, 17 de mayo de 2010
Transporte público y control ciudadano
Para no pasar malos ratos con las low cost
Desde la irrupción de las aerolíneas low cost en Europa, uno parece no pensar en otra forma o compañía a la hora de viajar. Pero ojo! no todo es tan bello como parece.
En primer lugar, estos vuelos claremente son muchos más baratos que vuelos en las aerolíneas tradicionales, pero hace muuuuucho tiempo no veo un vuelo a 0 euros o a 10 euros + impuestos, como fue en algún minuto un par de años atrás.
- La única forma de conseguir vuelos realmente baratos es comprarlos con mucha anticipación, mucha.
- Si viajas un viernes y vuelves un domingo, olvídate de encontrar precios botados.
- Si viajas un fin de semana, ojo!. como las aerolíneas cobran por maleta facturada, todos los que viajan por el fin de semana evitan pagar. Entonces ya me ha pasado que si llegas a embarcarte al final, no hay espacio para tu maleta, ya que TODOS van con maleta de cabina. ¿Qué pasa? Nada grave, mandan tu maleta abajo, pero esto puede ser incómodo sobre todo si llevas cosas delicadas y sin candado, así que hay que ir mentalizado y preparado para esa eventualidad.
- A los que nos gusta dormir y podemos hacerlo en los aviones, tengan presente que al menos los aviones Easyjet no se reclinan. Una pesadilla!! así que lleve preparado su cojín cervical regalón.
- Algo bastante obvio pero nunca es malo recordarlo, el tema de los líquidos. Si bien lleva un buen tiempo en vigencia el que no puedes llevar frascos y envases de más de 100 ml todavía veo con horror a gente que le terminan botando perfumes, cremas y shampoo en los aeropuertos. Si viajas en low cost lo más probable es que no factures tu maleta, entonces olvídate de llevar un perfume o útiles de aseo, a menos que lleves todo en envases pequeños especiales para viajeros.
- Por último. Como los viernes y domingos vuela mucha gente se ponen super estrictos. Es UN bolso de mano por persona. Y eso implica que si vas con cartera, computador o bolso de cámara, ese es tu bolso de mano. No es una maleta de cabina más un artículo persona.
miércoles, 5 de mayo de 2010
CIUDAD: "pequeñas delicias de la vida cotidiana"
Dejando los pies en la marcha madrileña
Cuando se viene a Madrid hay que tener una cosa clara. Cuando se sale, se está casi toda la noche de pie, en lugares mas o menos pequeños y siempre, siempre, llenos de gente. Teniendo eso claro, es más fácil enfrentarse a la marcha madrileña, que es de las mejores de Europa. La noche suele partir con copas y tapas. La gente se reúne en bares que te dan un pequeño platito con algo para picar cuando pides algo para tomar. Aceitunas, papas (patatas) fritas, queso, pepinillo o lo que sea el cariño o creatividad del local. Luego se pasa un par de horas cambiando de bar, y según el ánimo de las personas, uno puede estar hasta en 5 lugares en una noche (todos de pie, ojo). Si los comensales están de ánimo para seguir al siguiente nivel, se va bares con música donde se arma un poco la fiesta, la gente conversa y baila. Para los más prendidos, se puede rematar en una discoteque para bailar hasta altas horas de la madrugada.
Con esto les dejo las siguientes recomendaciones. Zapato cómodo, gotitas para los ojos (lugares chicos con mucho humo son la tónica) y alto sentido del humor par aguantar comer de pie, ser pisado y mojado con alcohol (dado la peques de los lugares), Pero todo tiene su recompensa, porque nunca he escuchado a alguien al final de la noche quejarse por nada, salvo porque se ha pasado muy rápido.